Política
Aniquilados por el poder

El destino judicial de los secretarios privados de Mario Das Neves

Diego Correa, Mario Das Neves y Jerónimo García.

El ex gobernador del Chubut, Mario Das Neves siempre tuvo una notable capacidad para generar importantes cuadros políticos y sobre todo para conformar entornos eficientes, más allá de los típicos celos que se ocasionaban por ver a quien le abría la puerta de mayor confianza. Ni hablar de crear secretarios privados todo terreno y con ritmo de 24 horas.

Es así que a finales de noviembre del 2003 eligió para su primera gestión a Alberto Vargas, -quien hasta ese momento y durante más de ocho años había sido su chofer- como secretario privado y según recuerdan testigos de ese entonces, la elección no fue muy bien vista por parte de su entorno, incluso mostrando rechazo de su mesa chica.

Inmediatamente, una vez instalados en Casa de Gobierno la oficina de la privada del gobernador fue puesta a punto de la mano de Vargas con el cargo principal y como segundo en el puesto de Director de la Secretaría Privada al joven, Diego Correa que venía desde Capital Federal. Este debutante funcionario fue aprendiendo las enseñanzas inculcadas por Vargas hasta que a finales del 2007 intentó ocupar su lugar, luego de idas y vueltas de roces internos y de la salida del propio Vargas por una causa judicial.

Pero, primero le llegó el turno a Francisco “Pancho” Salto (hoy es el subsecretario de Información Pública del gobernador, Mariano Arcioni) quien había tenido “una mancha” por cierta malversación de fondos en un cargo del área social. Aquella vieja cuestión de una compra de botines de trabajo. Salto realizó su tarea hasta culminada la etapa del 2010 de Das Neves.

Ya en la vuelta del ex gobernador a Fontana 50 en diciembre del 2015, Correa se adueñó del área Unidad Gobernador y la Secretaría Privada recayó en la figura de Gonzalo Carpintero, quien renunció al cargo, después del fallecimiento de Das Neves.

Excepto, este último caso; el destino quiso que todos los anteriores tuvieran su paso o alguna relación con los pasillos judiciales por una u otra causa y además, formando parte de otras gestiones gubernamentales como Vargas con el ex gobernador, Martín Buzzi.

Lo notable es que la función de la Secretaría Privada del gobernador del Chubut, se ha transformado en un lugar de “extremo poder” mientras la suerte le dure a quien la realice. Y en la mayoría de las veces ha ocasionado “cambios de carácter y nivel de vida” de sus representantes que se olvidan que un Secretario de Estado y más en ese espacio, tendría que aprender de la humildad y la honestidad de los grandes y tratar de tener los ojos bien abiertos ante el peligro inminente de que el poder los aniquile como seres humanos y que nunca entiendan que simplemente son personas de carne y hueso con una responsabilidad diferente. Nada más que eso.

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