Política
Crisis en Chubut

El gobernador Arcioni les pidió disculpas a los empleados públicos

Momento de agachar la cabeza y pedir disculpas, por parte de Mariano Arcioni.

Mariano Arcioni, el gobernador del Chubut, intentó parar la bronca de los trabajadores públicos de la provincia pidiéndoles “disculpas por no pagarle en término”, contestándole de manera ofuscada a la prensa señalando que “ustedes piensan que no me da vergüenza, si hay un desdoblamiento en el pago de sueldos es porque no hay plata”.

Pese a estas palabras sinceras, igualmente en los próximos días se avanzarán en medidas extremas contra el pago desdoblado y el ajuste según adelantaron desde la Asociación de Trabajadores del Estado Chubut con posibles acampes y un paro provincial para el martes 20 de marzo junto a los sindicatos de docentes públicos y privados, de judiciales, viales, SATSAID, UPCN, SOYEAP y del personal legislativo, entre los más representativos.

Desde el pasado mes de enero, el gobierno provincial se encuentra en una crisis que no encuentra su salida y que potenció el malestar general luego del pasado 7 de marzo cuando la Justicia detuvo al ex subsecretario de Unidad Gobernador, Diego Correa en su domicilio acusado por una asociación ilícita para defraudar al Estado.

Correa tenía su oficina en la Privada del gobernador, apenas dividida por una puerta, además de ser uno de los principales coordinadores de las audiencias del primer mandatario provincial.

Muchos aseguran que la decisión de Arcioni de echar al funcionario y dejar que se investigue a fondo es para que desviar la atención y cierta complicidad en las “maniobras oscuras” de su subsecretario al que dejó firme pese a la muerte del ex gobernador, Mario Das Neves cuando lo podía haber corrido en noviembre de 2017.

Incertidumbre que crece

Más allá de los esfuerzos de parte del gobierno en tratar de que todo sea normal, la situación grave de la economía que se une al descubrimiento corrupto de ex funcionarios dan forma a un gran cóctel explosivo y que esperemos no salgan muchos dañados.

Lo que sí es una realidad es que la incertidumbre en la sociedad chubutense avanza a pasos agigantados y la falta de reacción gubernamental ya es una cuestión cotidiana.

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