Desde aquella tarde negra del domingo el día 22 de octubre de 2017, el Partido Justicialista del Chubut jamás avanzó en una autocrítica y ni siquiera ha encontrado una solución para tener una fuerte presencia nuevamente. Desde el año 1999 cuando por entonces el justicialista Mario Das Neves estuvo a 210 votos de no ingresar a la Cámara Baja de la Nación; que no se vio tan magro resultado.
Y en toda esa década de los noventa, el peronismo chubutense tuvo una etapa de mediocres resultados y donde la mayoría de sus referentes, como el propio Das Neves más César “Kuky” Mac Karthy, Marcelo Guinle, Manuel Corchuelo Blasco, José Arrechea y Jorge Pitiot, entre otros; “sólo jugaban para tratar de conseguir algunos concejales, diputados provinciales y alguna diputación nacional”, según manifestó un militante histórico del Valle. “Hay que decir la verdad, el cuco de ese momento para el peronismo era el radical Carlos Maestro”.
Tampoco se olvidan cuando en marzo de 1998 en un gimnasio del Club Huracán de Trelew todo el peronismo unido decidió apoyar la candidatura a gobernador de “Kuky” Mac Karthy y también se sorprendieron cuando tres meses más tarde el propio líder del Frente Peronista renunció a su postulación mediante entrevistas en los medios de comunicación asustado por las encuestas que le daban ganador al radicalismo. Obviamente, esta decisión provocó un quiebre dentro de las relaciones internas del Partido dando lugar a distanciamientos por un lapso de cuatro años. En ese momento, el reemplazante fue el comodorense Guinle.
Otra etapa
Pero no todo está perdido, desde hace dos semanas, en el justicialismo chubutense comenzaron a moverse las piezas para buscarle una explicación a la debacle electoral.
Y es así que el referente Néstor “Hacha” Hourcade comenzó con importantes encuentros dentro del territorio provincial donde “se pudo escuchar al compañero militante como también a compañeros concejales, convencionales y definitivamente necesitan un Partido en movimiento y que realmente tenga las puertas abiertas. Están desprotegidos y no sienten representatividad partidaria, ven que es una mesa para reunirse para una foto, alguna cena y listo. Acá se necesita acompañar a la militancia y dejar de pensar en el cartelito estructural del Partido como presidente o vicepresidente. El compañero militante se siente olvidado”.
Hourcade dejó bien en claro que “no tenemos un Partido como verdadera oposición, es una estructura que trata de ser funcional a una candidatura para el 2019 y para eso falta mucho” agregando que “tenemos que tener en claro que hoy la gente está pidiendo alguien que le pueda genera un quiebre a esta situación de resquebrajamiento social, de pobreza en aumento y sobre todo de una provincia en un estado caótico, un Chubut a punto de explotar”.
“El movimiento justicialista tiene que tener ese lugar y dejar de encumbrarse en reunioncitas de peleas personalistas para ver quien llega al 2019. La gente no espera eso del justicialismo, espera que tengamos credibilidad y podamos avanzar en un proyecto serio”, sostuvo.
Vale recordar que, en noviembre del 2017, Hourcade le pidió públicamente al actual presidente del PJ Chubut, Ricardo Mutio que “dé un paso al costado, creo que se tiene que dar cuenta que falló. Hay que reconstruir al Partido Justicialista y dejar egoísmos de lado”.
