Mientras el gobernador del Chubut, Mariano Arcioni entrega kits pedagógicos y tecnológicos a 27 escuelas del sur provincial, en algunos establecimientos del Valle del Chubut, la realidad es preocupante y complicada desde hace tres años, estructuralmente hablando con daños a la vista de sus instalaciones y falta de arreglos esenciales como la reparación de paredes o la falta de algunos portones de ingreso al interior de patios centrales.
Si bien en algún momento el Ministerio de Educación llevó adelante positivamente el estado de las escuelas, en este presente son muchos los establecimientos escolares que extrañan el control constructivo que desde la Subsecretaría de Recursos, Apoyo y Servicios Auxiliares se realizaba por ejemplo en la gestión de Mirtha Romero y cuyo responsable era Gustavo Castán quien cada mañana visitaba las escuelas. Bien es sabido, que este funcionario una vez que ocupó el principal cargo de ministro de Educación realmente fracasó.
Y parece ser que el cargo de Subsecretario de Recursos del ministerio de Educación, que hoy está bajo la responsabilidad de Liliana Díaz -quien llegó al lugar de la mano de su hermano Miguel “Coné” Díaz- pone de manifiesto que muchas veces equivoca el rumbo y descuida lo esencial que es el adecuado lugar de estudio y formación de los alumnos como es cada aula en su escuela. Y si no se lo conoce en su terreno, difícilmente, en este caso, la funcionaria sepa sobre la dura realidad de cada pared y techo escolar.
También, muchos aseguran que “si bien muestra cierta capacidad, solamente es para la tarea administrativa y no entiende que es una funcionaria pública política y que cada error de ella afecta al gobierno, además su mal carácter la vence”, indicaron experimentados empleados de la cartera educativa.
Se espera que en los próximos días haya un cambio de timón y el barco educativo llegue a buen puerto con las soluciones que esperan los directivos de las escuelas fundamentalmente de Trelew y Puerto Madryn.
