El fenómeno, provocado porque el río Chubut, recibió aportes extraordinarios de agua de otros cursos que arrastraron barro y basura obligando al gobierno provincial en su cartera de Educación a suspender las clases por 48 horas.

La suspensión del servicio agravó a la gestión pública, en el comercio y la industria. El impacto en la población fue inmediato y en las últimas horas de este lunes la gente agotó el stock de agua mineral en los comercios, que racionaron la venta, y acudió en masa a los tanques comunitarios. Los bomberos también pusieron manos a la obra en el reparto del agua.

En Trelew, los piletones que se construyeron hace dos años junto al río, con capacidad para 6.400 metros cúbicos no se utilizaron como ocurrió en aquella oportunidad cuando una tubería depositó agua allí para poder potabilizarla.

Memoria que asusta

La falta de servicio de agua potable ha logrado que parte de los habitantes del Valle y sobre todo de Trelew recuerden aquellos malos momentos de abril de 2017 que además tuvo como una dura respuesta una marcha popular de más de 400 personas que se manifestaron en reclamo por la falta del agua y se dirigieron hasta el municipio donde fueron recibidos por el Intendente, Adrián Maderna, quien se tuvo que aguantar la bronca de los vecinos que le pedían “una solución ya o ándate”.

El agua potable aún no llegó a todos los hogares de Trelew y el fantasma del reclamo está latente. ¿Aparecerá nuevamente? Es la pregunta de varios funcionarios municipales.