Di Perna dijo que “debe considerarse a la acuicultura no solo como una actividad económica de producción de alimentos y materias primas para distintos usos, sino también como la forma de producir organismos vivos para re poblamiento, por lo tanto también un hecho sumamente trascendente desde el punto ecológico y de preservación de especies”.

Además, agregó que con su proyecto “se pretende desarrollar un marco legal específico para la actividad, que regule los diferentes aspectos de la acuicultura, tales como la promoción, el fomento, la investigación y desarrollo, escalas de producción, concesiones, procedimientos, el cuidado y protección del ambiente y demás temas que favorezcan un crecimiento armónico y sustentable”.

La autoridad de Aplicación de la presente iniciativa de ley será el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, quien en el término de un año de promulgada la presente ley, elaborará y consensuará con las jurisdicciones provinciales el Plan Estratégico Nacional de Acuicultura.

"Indudablemente la Acuicultura es una oportunidad de conservación de recursos y explotación comercial; con todos los beneficios que trae aparejado en lo social, productivo, científico, ambiental para un país y su población, por lo que este marco legal permitirá ofrecer una mayor seguridad a las inversiones del sector privado, como también garantizar derechos de usufructúo a pequeños productores y poblaciones nativas", afirmó.

Por último Di Perna consideró que “la actividad representará en el mediano plazo una fuente genuina y sustentable de generar alimentos, empleo y desarrollo para distintas regiones de nuestro país y fundamentalmente evitando la continua depredación y deterioro de los de los recursos hidrobiológicos naturales".