Y parece ser que, a cuatro semanas de las elecciones generales, estos inconvenientes de relaciones políticas junto a la famosa moda de la “grieta” está en su punto de ebullición. Ni hablar de las acciones violentas que promueven ciertos grupos del poder sin ningún tipo de límites. Ese es el caso del músico de Comodoro Rivadavia, Ignacio Stankewitsch a quien un “grupo de matones”, según afirmó a NOVA fueron a querer destruirle su hogar y “pegarme”. El mismo salió por las redes a culpar al intendente. Y no se quedó ahí, sino que le puso sobre sus espaldas la responsabilidad de otros dos hechos graves que pusieron en alerta a la ciudad en el tema de inseguridad pública.

Y si retrocedemos dos meses atrás, al domicilio de los familiares del precandidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria, Néstor Hourcade, manos anónimas le realizaron grafitis en sus hogares con leyendas provocativas.

También, se habla por los pasillos municipales de Trelew que, hasta el propio intendente, Adrián Maderna ha sufrido amenazas por parte de funcionarios a lo que le habría pedido que dieran un paso al costado. La respuesta fue negativa y con epítetos increíbles que hasta tuvieron que ser partícipes algunos secretarios para tratar de evitar que pasara a ser una cuestión pugilística.

Somos rivales, no enemigos

Y si nos referimos a la grieta, está al día los malos momentos de convivencia entre los fanáticos extremos de Cristina Fernández de Kirchner y de Mauricio Macri que se trasladan a cada rincón del país y por supuesto no es ajena la provincia del Chubut. Pero lo increíble es ver como entre el grupo de militantes de ambos sectores se pelean hasta las últimas consecuencias sin darse cuenta que entorpecen su objetivo central de llegar a la sociedad. Y la gente, el pueblo les está mostrando que solamente quieren soluciones a sus problemas “vengan de donde vengan, no nos interesan las confrontaciones”, decía un jubilado trelewense que apuesta a vivir sus últimos tiempos “en una ciudad, en una provincia con crecimiento y en tranquilidad”.

Un paso positivo

Muchos actores de la política también destacaron algunos perfiles en acciones de convivencia política como el saludo y abrazo que el propio candidato de Chubut para Todos, Mariano Arcioni le dio a Hourcade 48 horas después de las elecciones PASO, felicitándolo además por el resultado obtenido en la interna del FPV. “Ahí se demostró que somos rivales pero que jamás seremos enemigos”, indicó el propio referente peronista provincial. Y aseguró que “nos comprometemos a su pedido de colaborar para que Chubut salga adelante”.

Otro de los encuentros para destacar fue el mantenido en Comodoro Rivadavia durante la visita de funcionarios nacionales que recorrieron la ciudad y que estuvieron acompañados por el candidato a diputado nacional, Gustavo Menna y el titular del PRO Chubut, Daniel Laudonio. En un impasse, ambos mantuvieron un breve contacto con el dirigente peronista y petrolero, Jorge “Loma” Ávila a quien lo escucharon por su reclamo para poder llevar adelante viviendas para los trabajadores petroleros. La respuesta fue positiva y también sirvió para que los fotógrafos les pidieran una foto conjunta a la cual accedieron sin ningún tipo de problemas.

Estar en política no es levantar muros

“Tira los muros abajo, hacelos mil pedazos”, dice una parte de una canción de Miguel Mateos de hace 27 años y que bien vale de ejemplo para estos momentos donde el universo político parece tener más muros divisorios que diferencias que se puedan hablar en libertad. Siempre es positivo el debate con respeto que tranquilamente serviría para eliminar las palabras hirientes que por estos días muchos políticos las hacen propias para intentar convencer que el contrincante electoral es el peor virus contaminante de todo el planeta tierra y hay que buscar la manera de eliminarlo definitivamente.

Hoy más que nunca es necesario terminar con las broncas y llamamiento a la violencia de algunos integrantes de estructuras partidarias o que en alguna oportunidad tuvieron la oportunidad de tener protagonismo gubernamental y que no pueden comprender que aquel instante de poder lo pueden volver a tener siempre y cuando avancen por los carriles normales que hacen a la normalidad de las relaciones humanas. Ojalá se pueda concretar.