Impedido de solventar gastos administrativos y de salarios en tiempo y forma, la incertidumbre que crece diariamente y la intuición de que el futuro puede ser más complicado, el gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, tomó la decisión este 7 de noviembre –después de recibir retos desde Buenos Aires de parte de Sergio Massa- de pedirle la renuncia a su ministro Coordinador de Gabinete, Federico Massoni, luego de la represión policial provincial sobre la figura del secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut, Santiago Goodman.
El primer mandatario provincial realizó una conferencia de prensa en la tarde noche del último jueves que parecía más a un encuentro en un funeral que una rueda con periodistas para comunicar su decisión de eliminar al segundo funcionario de peso en la Casa de Gobierno.
A partir de ahora, el gobernador deberá replantearse la estrategia para seguir sobreviviendo y tratar de terminar con una crisis que no para desde el mes de marzo de 2018. Que tuvo un paréntesis durante la etapa electoral adelantada de abril a junio de 2019 y que siguió explotando desde julio al presente. Sus promesas en la mesa de paritarias le provocaron un resquebrajamiento que ya está destrozando el proyecto político que en el 2014 creó Mario Das Neves y que bautizó Chubut Somos Todos al que invitó a formar parte a Arcioni, un escribano que tenia prestigio en su Comodoro Rivadavia natal. Eso, allá lejos y hace tiempo.
Si bien el ministro Coordinador de Gabinete tiene responsabilidad por las acciones represivas de la Policía del Chubut, también le correspondió al ministro de Educación, Paulo Cassutti, ponerse los pantalones largos y buscar la solución definitiva al conflicto docente pero no pudo y también en las primeras horas de la tarde de este viernes fue eyectado de su sillón. Terminó siendo un pasante más como los dos últimos ministros de la educación chubutense.
Sin cumplir
En el marco del conflicto de esta semana y la ida del ministro Coordinador de Gabinete, la diputada provincial Florencia Papaiani fue clara y precisa al afirmar que “la renuncia de Massoni no es la solución concreta, el problema no es Massoni, el problema es Mariano Arcioni. En Chubut, hace falta un gobernador que haga política, un gobernador que no denoste a la política y sobre todo que dé la cara siempre, sin miedo” agregando que “los trabajadores docentes están luchando por lo que el Gobierno provincial les prometió y no les cumplió. Una mentira más de una gestión que no entiende nada y que vive otra realidad”.
Se viene Sastre
No cabe dudas de que el pasado 6 de noviembre durante la entrega de los diplomas al proclamado gobernador Arcioni y vicegobernador, Ricardo Sastre, que asumirán el próximo 10 de diciembre, fue el mejor show del disimulo, todo para la foto y palabras lindas para la prensa.
Desde hace semanas se vienen tejiendo conversaciones entre diversas figuras que tendrán protagonismo desde diciembre del 2019 hasta el 2023. Ya se sabe bien, por más que lo nieguen que los operadores principales de Sastre y Carlos Eliceche avanzaron en la fumata de la pipa de la paz. También, los equipos del actual intendente madrynense se están preparando para “el desembarco” en todos los sectores del Estado provincial y ya han tenido fuertes contactos con varios empleados de la administración pública. Lo que se dice, buscando aliados y la “suma de gente” al proyecto futuro.
“Muchos saben que Arcioni ya está gastado, no demostró nada y el mellizo tiene claro como es este juego, tener la cintura política a pleno. No dormirse y prevenir conflictos a cada minuto. Estar de lunes a lunes sin parar”, indicó un referente de Chubut Somos Todos.
Hace 16 años
El 9 de noviembre de 2003, Mario Das Neves fue claro ganador de las elecciones provinciales y se convirtió en el gobernador de extracción justicialista contra todos los pronósticos, desplazando del poder después de 12 años consecutivos a la Unión Cívica Radical.
Los números del escrutinio final le dieron a Das Neves la obtención de 84.379 votos, un 40,19 por ciento, contra 76.205 que cosechó el radical que peleaba su reelección, José Luis Lizurume, alcanzando el 36,29 por ciento de los sufragios. El tercer lugar fue para los votos en blanco con un total de 22.358 sufragios (10,64 por ciento).
Se trató de un comicio en el cual tuvo injerencia el entonces Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, quien el 31 de octubre de 2003 en un acto institucional en la ciudad de Puerto Madryn se ubicó neutral de los competidores, al pronunciar en su discurso aquellas palabras de “mi amigo Cacho y el compañero Mario”, levantándole las manos a ambos como árbitro de boxeo.
Haciendo cosas raras
En las próximas semanas, organizaciones que luchan contra la violencia de género avanzarán en varias denuncias contra funcionarios municipales de Trelew, algunos de los cuales podrían integrar el nuevo cuerpo legislativo provincial. Los casos ocurridos datan de hace más de seis meses en un conocido departamento céntrico de la ciudad valletana.
El digitador
Inmediatamente corrido el ex ministro Coordinador de Gabinete del Chubut, el “manejo” desde las sombras en la conformación de estrategias oficiales quedó en manos del ex diputado nacional radical, creador de Chubut Somos Todos y “digitador con encuentros del más allá”, Rafael Cambareri.
El hombre que supo tener la confianza de los ex gobernadores, Carlos Maestro y Lizurume, hoy es la “carta de triunfo” del gobernador Arcioni con inclusión de estadía residencial en Rawson.
