Milton Rhys, ex veterano de la Guerra de Malvinas es un ejemplo de lucha y de reconversión en una sociedad que lentamente fue comprendiendo la verdad sobre lo sucedido en las Islas Malvinas, en ese conflicto bélico de 74 días que dejó en cuerpo y alma en ese suelo del sur a 649 soldados argentinos y a otros miles regresando distintos, lejos de aquella adolescencia que los había dejado un 2 de abril de 1982 y que los trajo golpeados un 19 de junio con las marcas eternas de una guerra.
Al referirse a un nuevo aniversario, cuarenta años de historia de esa guerra, Rhys sostiene que lo que pasó en Malvinas le dejó “como a muchos que volvimos, marcas positivas y negativas” asegurando que “con una guerra no ganamos nada, es más, todo el pueblo sufre para que algunos pocos atorrantes con ambiciones políticas muestren ganas de posicionarse y tratar de decir yo soy más fuerte que vos y en este caso, con lo sucedido en Malvinas los que sufrimos fuimos los soldaditos y sus familias”.
Aclaró que “en general el Servicio Militar Obligatorio te dejaba huellas, fundamentalmente en tu formación” sosteniendo que “hubo experiencias buenas o malas, pero lo que a mi refiere siempre tengo un momento en el cual me pregunto por qué me tuvo que pasar a mi esta experiencia de vida, y es muy difícil encontrar una repuesta. Y está siempre latente”.
Reconoció que “esta situación por supuesto que a uno lo fortaleció y por otro lado eso mismo te destruye por el estrés post traumático que vivís” expresando que “desde Malvinas yo no sé lo que es dormir una noche entera, y eso fue producto desde la estadía en Malvinas durante la guerra, porque cada ruidito era una situación extrema de alerta y uno no podía cerrar un ojo, y sobre todo cuando comenzó el conflicto y comenzaron los bombardeos desde mayo del 82 y uno estaba con el fusil, vestido, con las botas puestas y en estado constante de alerta y nervios, a cada segundo, cada minuto”.
Labor en Puerto Argentino
Señaló que cuando comenzó su labor en el conflicto, “yo ya estaba en el Servicio Militar y en cuanto a mi función, puede decirse que es un poco particular, yo tenía 20 años, me habían entrenado en el uso de radios como Radio Operador, además que yo sabía algo de inglés y todo eso se combinó para mi traslado a Puerto Argentino con el objetivo central de tratar de escuchar conversaciones en inglés tanto en las intercepciones desde Gran Bretaña, Chile o alguna fragata cercana de la flota británica”.
Destacó que “mi función transcurría en Casa de Gobierno instalada en el Puerto Argentino donde éramos tres soldados y estábamos bajo el mando del general, Mario Benjamín Menéndez” haciendo hincapié que “nosotros grabábamos en cassette lo que habíamos traducido, también se armaba la Gaceta de Malvinas que era un pequeño diario que salía cada tantos días, estábamos en todo eso pero básicamente lo que era traducción”.
Apuntó que “muchas veces hicimos tareas de campo, sobre todo cuando se tomaba prisionero a un soldado inglés”.
Huellas en el cuerpo
A su vuelta a la ciudad de Trelew, Milton Rhys recuerda que “uno llegó con las dolencias psicológicas y físicas. Lo que me quedó del conflicto fueron los dos pies destruidos, tuve nueve operaciones en un pie y otras siete operaciones en el otro; en la última operación me diagnosticaron lo que es el Pie de Trinchera que era la aparición continua de una infección interna del pie así que durante muchos años no pude caminar bien debido a esas infecciones que volvían a brotar y que me ocasionaba un intenso dolor”.
Rhys también comentó que “además de lo de los pies, en los últimos días de bombardeos en Puerto Argentino yo recibo una esquirla en la espalda, y más allá del dolor, sangrado interno quedó una secuela en la cual yo estoy muy nervioso nuevamente comienza un profundo dolor”.
Amar a la Patria
Rhys sostiene que una de los puntos principales que actualmente molesta “es la falta de amor a la patria” explayando que “no veo el respeto, el amor a las cuestiones con orden, es lo que los veteranos de guerra que nos comunicamos en todo el país vemos, estamos enojados por la situación social, por la falta de respeto, sin respeto por lo más pequeño, no respetamos nuestra casa, el barrio, nuestra escuela, el entorno de nuestra ciudad, mucho menos en el Municipio, en la Provincia y ni hablar en la Nación. Si volviéramos a contar con esos valores seria grandioso, tenemos cierta esperanza. Que desaparezca la violencia y las broncas y que esté muy presente el respeto por el prójimo y que esté presente en todos los ámbitos. Sería muy positivo y beneficioso para saber crecer”.
Sostén
Para Milton Rhys el sostén familiar es lo esencial y muestra su debilidad por su pequeño nieto Patricio de 5 años, hijo de su hija Astrid, “es la mayor de tres, le siguen mis hijos Gretel y Denis”, indicó.
No oculta su felicidad y emoción al hablar del amor de su vida, Alejandra Beccaría con quien “compartimos una hermosa historia de 35 años y generamos una familia, siempre son el sostén y la razón para seguir adelante, no bajar los brazos nunca”.
Música del alma
La música ha sido una parte importante en la vida de Rhys, quien ha dirigido elencos corales por más de quince años y actualmente forma parte de Patagonia Country Folk haciendo voz y flauta junto a Quique Monge en guitarra, Gloria Villafañe en violín, Fernando Tellería en bajo y Astrid Rhys en voces, flauta y percusión.
