Tal vez, un destino no requerido pero que atraviesa esta realidad tan alejada de los principales valores humanos como el amor, la fraternidad, la humildad, el respeto, la responsabilidad, la tolerancia y sobre todo la paz.

En la última semana los violentos hicieron a su antojo, y la violencia jamás fue patrimonio de nuestra comunidad, que ha sido invadida por la mano ajena de aquellos que están enfermos de rabia y que desgraciadamente lo disfrutan.

Vivir en democracia significa claramente estar sobre un escenario donde convergen diversos actores con sus pensamientos y que tranquilamente pueden discernir sin tener que llegar a discutir y llegar a los extremos, siempre tan malos dándole lugar a las reacciones violentas. Eso en una democracia no tiene lugar, ya demasiado sufrió nuestra gente con etapas oscuras que mancharon de sangre y tortura largas noches a cargo de dementes represores de Estado. No volvamos a repetir los horrores de la historia

Desde este lugar, donde a través de la pluma y la palabra, con la entrada de un bello sol del amanecer, intentamos ser reflejo de lo cotidiano, seguimos creyendo que algo mejor está por venir y que esté menos contaminado de hipócritas.

Es hora de crear algo nuevo, diferente, sobre todo reluciente y que tengamos un lugar para vivir donde el regalo de cada fiesta sean los valores humanos. Lo necesitamos por los que estamos y por el bienestar de los que vendrán a formar parte de Chubut. Esas generaciones se lo merecen, aún estamos a tiempo de poder reconstruir este camino por el cual transitan nuestros sueños.

Nos queda ese instante para que en esta medianoche pidamos volver a la tranquilidad que da comprender que tenemos futuro.

Que lo concretemos junto al calor de la mesa familiar.

Los que hacemos NOVA Chubut