Biss, comenzó el quiebre de reconstrucción con la inclusión en su gabinete de ex segundas líneas justicialistas, sumó a vecina listas, independientes y por supuesto de su propia estructura partidaria, la Unión Cívica Radical.

Hoy, está considerado entre los tres mejores conductores municipales de la provincia provocando un fuerte quiebre en lo tradicional del mundo político, sin entrar en conflictos mediáticos y entendiendo que lo esencial está en ocupar un cargo para servir a la sociedad, la responsabilidad, en menor o mayor tiempo, de conseguir el bienestar para los habitantes de su ciudad que le dieron la confianza hace dos años de poder ser Intendente.

El intendente de Rawson, moderado, pensante, ha logrado de alguna manera sacar del caos a una localidad que hace dos años atrás se encontraba en un caos y distaba mucho de ser respetada como capital del Chubut.

En el presente, la inyección de reactivación ha sido elemental, desde lo económico y social, más allá de este tiempo complicado de pandemia por el Covid - 19.

Una muestra clara de la tarea realizada es el final del endeudamiento histórico con el Instituto Social de Seguridad y Seguros de la provincia de 80 millones de pesos, una herencia generada en gestiones anteriores. Ni hablar de los trabajos reconstructivos de diversos lugares de la ciudad mediante obras públicas. Y tan sólo ha pasado un año y siete meses de hacerse cargo y ya -pese a qué le moleste a alguno- va generando huella con el ejercicio diario de la labor cumplida, no dejando para mañana lo que se puede ir haciendo en el presente. Por supuesto, sin descuidar el futuro, que apuesta a ser mejor. Así lo está demostrando, un moderado con eficiencia de la política como hacía muchos años que no se veía.