Y como si fuera poco, en el medio se desprendieron otras causas por sobreprecios en la obra pública que se complementó con la aparición de planillas Excel donde figuraba un extenso listado de nombres propios y apodos correspondientes a funcionarios del gabinete del ex gobernador Das Neves y del actual mandatario Arcioni quienes figuraban con montos de dinero que recibían en negro y que iban desde los 20.000 hasta los 500.000 pesos.

Entre los reconocidos estaban el ex ministro Coordinador, Víctor Cisterna; el ex director de Protocolo y Ceremonial, Oscar “Chito” Alarcón; el ex ministro de Salud, Ignacio Hernández; periodistas del área de prensa oficial –que estuvieron en otras etapas dasnevistas en otros puestos jerárquicos en materia de comunicación-; el ex intendente de Esquel y diputado electo por el justicialismo, Rafael Williams; y hasta los familiares cercanos a Das Neves. Tampoco hay que olvidarse que el propio primer mandatario provincial del presente también estaba en el listado, en ese momento figurando como vicegobernador del Chubut.

Y si bien Arcioni hace dos años le dio la orden al procurador General de la provincia, Jorge Miquelarena, que “hagan lo que tengan que hacer”, muchos se preguntan hasta donde realmente el gobernador no sabía de los “procesos corruptibles” de parte de funcionarios y de alguna manera de políticos que desde el 2015 se relacionaban con él y hasta trabajaron para su campaña a diputado nacional en el 2017. No se debe olvidar que llegó a la política de la mano de Das Neves quien lo fue a buscar a Comodoro Rivadavia por consejo del importante empresario K, Cristóbal López.

Falta de credibilidad

Más allá de las aparentes distracciones, lo que es un hecho real y que se ha multiplicado es que el partido gobernante Chubut Somos Todos ha caído en un total descreimiento y hasta un porcentaje de la sociedad ya lo cataloga como aquel escondite del cuento infantil “Alí Babá y los 40 ladrones”, la obra que se inicia relatando la vida de dos hermanos en algún lugar de Persia. En este caso, sería la crónica de varios ex funcionarios en algún lugar de Chubut.

Más casos

Entre las diversas causas, en esta última semana, se hizo público el presunto enriquecimiento ilícito del ex presidente del Instituto de Asistencia Social, Lotería del Chubut, Carlos Barbato, para lo cual los fiscales, Alex Williams y Omar Rodríguez pidieron el embargo de los bienes del ex funcionario provincial. Los mismos son una casa en el balneario de Playa Unión, dos camionetas 4 por 4 y un automóvil BMW. También se pidió el congelamiento de cuentas.

Al caso del ex titular de Lotería, se le suma en la misma área del Estado provincial, el imputado ex gerente de Relaciones Institucionales, Josué David Dahhur, quien contrató su propia empresa de sonido “Sono Eventos” en cuatro oportunidades para realizar trabajos ordenados por el Instituto de Asistencia Social con participación de familiares directos –algunos trabajan en otras áreas del Estado provincial-, sumándose a auto contrataciones por servicios de lunch para eventos de Chubut Deportes, a cargo de Walter Ñonquepán por un valor de 2 millones de pesos. Lo insólito es que la empresa solamente se dedica a “poner sonido profesional”.

Vale recordar que Barbato llegó a la política hace 15 años de la mano de Das Neves, junto a otros “jóvenes brillantes” como los consideraba, entre ellos a Alberto Gilardino, ex ministro coordinador de Gabinete, quien es uno de los “arrepentidos” y que brindó datos precisos sobre los hechos corruptos ejercidos por Diego Correa durante una importante etapa de la gestión dasnevista.

Abiertamente, el partido Chubut Somos Todos se convirtió, durante gran parte de sus cinco años de creación, en la verdadera pantalla para la realización de maniobras oscuras que le hacen muy mal a la política.