Por Víctor González, Licenciado y militante peronista, especial para NOVA
Poco y nada ha hecho el Gobierno Nacional de lo que el presidente Mauricio Macri prometió en la campaña electoral del año 2015. La lluvia de inversiones no moja a nadie, la inflación crece, se recortan uno a uno los derechos adquiridos por el conjunto de los argentinos durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, crece el desempleo, se recorta presupuesto a la educación y salud pública, se reprime ferozmente la protesta social y así se pueden seguir enumerando cantidades de hechos que configuran y ponen nombre y apellido a este gobierno de CEOS y empresarios.
Este panorama se vuelve aun más preocupante al ver una oposición que en vez de fortalecerse y canalizar políticamente el reclamo de los sectores afectados por el rumbo económico, se atomiza y se divide cada vez más.
Varios son los dirigentes de la oposición, principalmente del PJ, que aseguran que los resultados favorables a Cambiemos tanto en 2015 como en las legislativas del 2017 (en estas últimas no fueron del todo favorables) se deben más a errores y mezquindades de la dirigencia peronista y/o kirchnerista que a virtudes y aciertos del gobierno. Idea que, en términos generales, comparto.
Si analizamos los números de las legislativas del 2017 podemos afirmar que; si bien la alianza Cambiemos hizo en varias provincias una excelente elección, tiene una oposición que si se articula puede ganarle varios espacios de poder (incluso el sillón de Rivadavia). A esta 'suma de porotos' (bastante simplista) hay que agregarle el dato no menor de la pérdida de popularidad de Macri y Cambiemos sobre todo luego de la Reforma Previsional.
Entonces, me animo a decir que la posibilidad de que en el 2019 el gobierno continúe por cuatro años más en la Rosada va a ser casi exclusivamente por incapacidad nuestra, y cuando digo nuestra hago referencia no solo al PJ (partido del cual soy militante y afiliado) sino a todos los partidos y agrupaciones del campo nacional y popular que tienen la posibilidad real de generar acercamientos y acuerdos en pos de la UNIDAD.
Chubut; "muchos caciques y pocos indios"
El escenario en nuestra provincia no varía mucho del escenario nacional pero obviamente tiene sus particularidades. Aquí también las elecciones legislativas del 2017 dejaron mucha tela para cortar y un sabor amarguísimo en el PJ-FPV.
Tanto Chusoto como Cambiemos lograron mejorar su performance electoral entre las PASO y las generales mientras que el PJ-FPV había sido la fuerza más votada en las PASO (sumando los votos de las seis listas que se presentaron) y quedo tercero cómodo en octubre.
Las explicaciones y análisis que se hacen sobre esta dolorosa derrota electoral son variadísimos e incluso hay algunos reconocidos militantes peronistas que no lo vieron como una derrota contundente.
Lo cierto es que las seis listas que se presentaron en las PASO más que reflejar pluralidad y democracia partidaria como sostenían el Presidente del PJ Chubut - Ricardo "Indio" Mutio- y Carlos Linares, reflejaron la triste situación en la que se encuentra el partido hoy; fragmentación, falta de conducción, nula participación de una militancia que no se la convoca y consejos de localidad vacios -de contenidos, de propuestas y de militantes-. Si bien Carlos Linares (intendente de Comodoro Rivadavia) es claramente uno de los dirigentes peronistas con más peso de la provincia, no es detrás de él donde se estarían encolumnando el resto de los referentes partidarios de las otras localidades e incluso de Comodoro (como el caso de Hourcade, Touriñan y Di Pierro entre otros).
Sumado a esta fragmentación partidaria nos encontramos con referentes como Gustavo Mac Karthy que junto a los diputados de su agrupación han sido expulsados del partido. Si bien es cierto que la carta orgánica del PJ establece sanciones para aquellos compañeros que, como en el caso del Frente Peronista, no acompañan las decisiones del bloque con su voto, no parece oportuno en este contexto expulsar compañeros. Mucho menos cuando los agitadores de la expulsión no gozan de gran representatividad.
Por otro lado, luego del fallecimiento de Mario Das Neves, comenzó a darse lo que muchos ya pronosticaban desde hace bastante tiempo; el interés manifiesto de un sector importante del Chusoto de emprender el regreso a las filas del PJ. O de poder ir pensando en una alianza de cara al 2019. Vale aclarar que varios de los militantes chusotistas están aún afiliados al PJ.
En este sentido, se expresaron desde la editorial de un Diario local un grupo de dirigentes. Lo lamentable de esto es que así, con esos modos, cada vez se aleja más la posibilidad de conformar un PJ fuerte que 'vuelva a enamorar'. El partido tiene sus autoridades y su carta orgánica, se deben respetar.
Si quisiéramos armar un tablero como el del juego de mesa T.E.G con los sectores internos que hoy existen en el PJ y aquellos sectores que preparan "la vuelta" al peronismo no nos alcanzarían los colores de las fichas, es que en el peronismo chubutense hay "muchos caciques y pocos indios".
Si el PJ quiere realmente frenar este brutal ajuste al bolsillo del trabajador, si realmente quiere ser la herramienta política de los sindicatos y los excluidos, va a ser necesario que abra sus puertas al conjunto de los compañeros. Que comience a conformar frentes políticos amplios.
El General Juan Domingo Perón desde su exilio en España le envía una carta a Rubén Francisco Loren, quien fuera fundador del sindicato textil junto con Andrés Framini, un pasaje de la misma goza de total actualidad y pareciera que Perón le está hablando a los dirigentes peronistas hoy:
“Hace ya seis años que me debato en la lucha por alcanzar una organización política, pero los hechos me vienen demostrando que, mientras subsistan los actuales enfrentamientos entre los dirigentes, ello no será posible. (…) Si los dirigentes políticos del Peronismo no se persuaden de la imperiosa necesidad de posponer intereses de círculo y pasiones personales, para dar paso a la necesidad de unificar al Peronismo y luchar solidariamente con unidad de acción contra el enemigo común, poco tendré ya que hacer con ellos. Quizás la proliferación de partidos y partiditos neoperonistas sea la solución, ya que los dirigentes del partido Justicialista se dedican a combatir a sus compañeros y no al enemigo, cuando se encuentren empeñados en denigrar a los propios compañeros con un afán que no desmerece a la saña con que lo hacen nuestros propios enemigos…”