Opinión
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El gobierno chubutense silencia arbitrariamente a quienes dicen la verdad

Carlos Michia (izquierda).

Las declaraciones del comisario mayor Hugo Herrera, jefe de la Unidad Regional Puerto Madryn, sobre las realidades que viven los policías de esa ciudad, pusieron en evidencia las carencias materiales y logísticas. Esto fue motivo para que desde el gobierno provincial, y a través del jefe de Policía, comisario general Luis Butazzi, salgan no solo a desmentirlo sino también a decirle que se dedique a trabajar y se deje de hablar por la prensa.

Históricamente, el Gobierno hace esto a quienes dicen la verdad sobre cómo se presta el servicio de seguridad y las condiciones laborales de los obreros policiales; enseguida se aplican mecanismos para dejarlos sin la posibilidad de seguir haciendo, dándoles de baja como sucedió con dirigentes del Sindicato Policial Chubutense (SiPolCh), o en este caso con un posible traslado.

Es grave lo que sucede en la policía del Chubut, es muy difícil darle seguridad al pueblo pero hay que decirles la verdad:: en las actuales condiciones la seguridad no está garantizada, hay cientos de robos de delitos que no salen a la luz y muchos que no se denuncian.

Trabajar por unas monedas con el riesgo de perder la vida

Los obreros policiales de Argentina tienen una importantísima misión, que es cuidar la vida y los bienes del pueblo, para esto fueron creadas en principio las policías, estas siempre fueron y son usadas por el poder político, que las hace trabajar para los poderosos a cambio de favores.

Esta profesión abrazas muchas injusticias, entre ellas la discriminación, ser objetos de abusos, no poder ejercer ciertos derechos, magros sueldos, poca capacitación, condiciones infrahumanas de trabajo, etc., pero lo más grave es que, a pesar de todas estas cuestiones, el obrero policial corre gran riesgo de perder la vida en su trabajo.

Esto por supuesto que al Gobierno no le interesa ya que los trabajadores son un numero y sustituibles, esta es la realidad que no se puede ocultar.

¿Hasta cuándo los policías deben soportar estas situaciones? ¿Cuándo los gobiernos respetaran a los trabajadores? ¿Por qué esto no cambia a pesar de que pasan los años y lamentablemente muchos policías pierden su vida?

Estas y muchas otras preguntas se pueden seguir haciendo, pero solo la unión de todos los trabajadores exigiendo seguridad laboral y condiciones dignas de trabajo podrá cambiar la realidad.

Debemos reflexionar y pensar que las sanciones podremos recurrirlas, otro trabajo podremos conseguir, entonces no tengamos miedo y luchemos por un cambio y no ser trabajadores precarizados trabajando mal y con grandes riesgos

(*) Secretario general de SiPolCh (expediente 84099/03, Ministerio de Trabajo de la Nación).

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