El pasado 6 de agosto, el gobernador del Chubut, Mariano Arcioni aseguró que "estamos trabajando para que el mes que viene esto se solucione" durante la jura del nuevo ministro de Economía, Oscar Antonena, alguien que desilusionó a la mayoría de los "conocedores" del Licenciado de Finanzas que hasta ese momento pensaban que daría con una solución concreta. Lo lamentable fue que en una semana a cargo de la cartera de Economía multiplicó la crisis.
El primer mandatario provincial, una vez más incomodó con sus palabras y aumentó "la mentira, un día dice una cosa, al otro día cambia. Se amiga con el gobierno Nacional y a la semana se vuelve a pelear echándole la culpa de la crisis al presidente Mauricio Macri. Y eso que fue cómplice de la firma del Pacto Fiscal"; destacó un histórico referente político.
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— NOVA Chubut (@NovaChubut) September 18, 2019
Y lo insólito es que en las últimas dos semanas, Arcioni dijo a la prensa que "esta crisis terminará en sesenta días cuando Alberto Fernández llegue a la presidencia y nos brinde la solución económica esperada".
Todo ha sido una mentira
Más allá de las palabras que "vienen y van", los trabajadores del Chubut ya no creen en la gestión del gobernador Arcioni. Ni tampoco cuando manda a hablar a su ministro Coordinador de Gabinete, Federico Massoni, a quien los empleados públicos ya pidieron en tres oportunidades su renuncia.
Massoni, creador del Partido Independiente del Chubut, para después pasarse a Chubut Somos Todos de la mano del ex gobernador, Mario Das Neves, hoy se transformó en hombre pleno de confianza del actual mandatario.
Con cierto "fanatismo" a las armas y al gimnasio fisicoculturista, este abogado supo trepar a la cima, incluso corriendo de enfrente a los propios encargados de haberlo ingresado a la arena política como los hijos del propio Das Neves. En el presente están distanciados.
Patoterismo
Y si para muestra de la crisis falta un botón, debemos destacar que cierto sector de trabajadores petroleros agredieron hace una semana a docentes que realizaban su reclamo mediante el corte en la intersección de rutas 3 y 26 en el sur de la provincia. Los agresores fueron hombres de confianza de Jorge "Loma" Ávila, funcionario provincial de Petrominera.
Inmediatamente los trabajadores docentes pidieron su renuncia y el gobernador Arcioni hizo oído sordo.
Ávila había declarado que "a los docentes y sus piquetes los vamos a pasar por encima". Y así su gente, guiados por sus guardaespaldas lo hicieron.
Paso al costado
Pese a las medidas de fuerza, el pedido de renuncias de Ávila y Massoni, de realizaciones de conferencias de prensa con contradicciones de funcionarios y hasta cambios de horarios, el gobierno provincial sigue tomando decisiones equivocadas y que a cada hora alimentan la incertidumbre, la desconfianza que tiene al parecer como único camino para intentar descomprimir en algo la situación el paso costado de los "hombres de traje, acostumbrados a encanutarse los bolsillos. Menos pensar en el bienestar de los chubutenses”, destacó un trabajador de más de quince años de servicios.
