Nacho Torres juega al estadista... pero no suelta la calculadora

En modo “presidenciable sin decirlo”, Ignacio Torres se despachó este fin de semana con una serie de declaraciones de manual: pidió evitar peleas “inconducentes”, habló de consensos con el peronismo no K, llamó a dejar de refundar el país cada cuatro años… y todo en el marco de un congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. Es decir: discurso para empresarios, prolijo, pulido… y cargado de ambiciones a futuro.
El gobernador patagónico quiere mostrar que es un “político distinto”, que dialoga con todos, que construye puentes. Pero mientras agita la paz, mete presión por regalías, baja de retenciones y más protagonismo productivo para su provincia. Lo que se dice: predica prudencia, pero opera como uno más.
1. #Chubut Después de haber sido insultado por Milei, y luego haber apoyado a Milei, el tibio gobernador Ignacio Torres (@NachoTorresCH) criticó en Esquel el estado de las rutas nacionales que @JMilei no mantiene. pic.twitter.com/Z49uN1TcJQ
— Pablo Rizzi (@Budijoly) May 17, 2025
Torres festejó que Chubut fue la quinta provincia exportadora en 2024, con 3.511 millones de dólares vendidos al exterior, y le tiró un guiño a Pan American Energy por su reconversión en Cerro Dragón: “Si yo bajo cuatro puntos las regalías, que la Nación baje cuatro puntos las retenciones”. Negocia con sonrisa y traje, pero exige como si estuviera en la calle.
En materia de minería, no esquivó la polémica: pidió licencia social para avanzar con Pan American Silver y hasta deslizó que el uranio puede ser el futuro. Eso sí, siempre aclarando que no quiere repetir “los errores del pasado”, en referencia a la corrupción… sin hacerse cargo de que fue su espacio el que miró para otro lado cuando las papas quemaban.
En resumen: Torres pide que no se discutan “pavadas en redes sociales”, pero sigue jugando su partido. Porque mientras habla de madurez, mete presión por recursos, mide cada palabra y se posiciona como un presidenciable de la Patagonia. El disfraz de moderado tiene marketing, pero todos sabemos qué hay debajo.